
La osteocondrosis cervical a menudo permanece sin diagnosticarse durante mucho tiempo. Los dolores de cabeza, los mareos y otros síntomas se atribuyen al malestar general o a la deficiencia de vitaminas. Pero tomar vitaminas y descansar mucho no ayuda: con el tiempo, los dolores de cabeza atacan por la mañana después de dormir y descansar adecuadamente. ¿Qué pasa? La osteocondrosis "normal" de la columna cervical progresa, lo que es fácil de identificar en casa y diagnosticar con precisión mediante un examen completo. La detección oportuna de la patología garantiza un tratamiento rápido y eficaz. De lo contrario, la enfermedad provoca fuertes dolores en el cuello y parálisis parcial o entumecimiento de las extremidades.
¿Qué es la osteocondrosis cervical?
Antes de examinar la cuestión de cómo determinar la osteocondrosis cervical, es necesario estudiar la patogénesis de la patología. La osteocondrosis cervical es una lesión destructiva de los discos intervertebrales. La derrota puede ser duradera o progresar rápidamente. Lo mismo se dice sobre la etapa de la enfermedad: dependiendo de factores externos e internos, la patología puede alcanzar una etapa avanzada en poco tiempo o puede manifestarse durante muchos años con dolor en el cuello después de una posición estática prolongada.
La osteocondrosis cervical es la destrucción del cartílago de los discos intervertebrales, que se desarrolla por diversas razones. La posición de liderazgo la ocupa la distrofia del cartílago, una especie de adelgazamiento del cartílago del disco intervertebral, que se desarrolla como resultado de una deficiencia de microelementos útiles, alteración de la circulación sanguínea y presión sobre las vértebras. El adelgazamiento provoca un pellizco de la raíz de la médula espinal; aquí es donde comienza un dolor intenso en el cuello y la parte posterior de la cabeza y se provoca un aumento de la presión sanguínea o incluso craneal.

Para horror de las personas que aún no son conscientes del desarrollo de la patología presentada, cabe señalar que la destrucción puede verse afectada por una estancia prolongada frente a la computadora o una dieta poco saludable y banal. Por tanto, es importante diagnosticar la enfermedad a tiempo y comenzar el tratamiento.
¡Importante! La osteocondrosis es una enfermedad crónica que no se puede curar por completo. Por lo tanto, es importante prevenirlo y no “reparar áreas ya destruidas”.
Síntomas de la osteocondrosis cervical.
Los médicos recomiendan acudir a la clínica ante los primeros síntomas del desarrollo de osteocondrosis cervical. Por supuesto, son fáciles de identificar en casa, y no solo aquí: al paciente pueden aguardarle manifestaciones peligrosas incluso durante una actividad inofensiva.
Los síntomas de la osteocondrosis cervical incluyen:
- Dolor en la cabeza, mareos, pérdida periódica del equilibrio sin motivo aparente, desmayos, visión borrosa: los síntomas presentados indican síndrome (pellizco) de la arteria vertebral, como resultado de lo cual el cerebro y los órganos no reciben los microelementos beneficiosos ni el oxígeno necesarios.
- Aumento de la presión intracraneal, náuseas y vómitos: en el contexto de un suministro insuficiente de oxígeno y otras alteraciones en el suministro de sangre al cerebro, se desarrolla el síndrome hipertensivo.
- Dolor en el cuello, hombros, brazos, hormigueo o entumecimiento característico, parálisis parcial o completa de los brazos, dolor de garganta y oídos, discapacidad auditiva: se desarrolla el síndrome radicular, caracterizado por el pellizco ya mencionado de la raíz de la médula espinal.
- Hipertensión y taquicardia, desarrollo de migraña cervical: alteración del flujo sanguíneo en las arterias vertebrales.

De lo anterior queda claro que las manifestaciones no expresadas en el futuro pueden manifestarse con signos importantes que conducirán a la interrupción de las actividades habituales de la vida de una persona y a la pérdida parcial de la actividad motora.
¡Importante! Debe consultar a un médico ya en la etapa de dolor y molestias en el cuello después de una estancia prolongada en una posición estática o después de dormir. Si después de mover la cabeza siente calor en la zona afectada, es probable que el disco intervertebral esté destruido, y el calor significa un torrente de sangre y una restauración completa de la circulación sanguínea.
Diagnóstico de osteocondrosis cervical.
Tan pronto como se detecten dolor y malestar en el área del cuello, debe consultar inmediatamente a un médico para un examen, que se lleva a cabo en tres etapas:
- inspección;
- Radiografía;
- Diagnóstico diferencial.
Inspección visual por un especialista.
Si se produce dolor, es mejor contactar inmediatamente a un quiropráctico, quien, después de un solo examen, podrá brindar una imagen más precisa del desarrollo de la patología. Entonces, en la cita el médico verifica:
- condición de los músculos de la zona del cuello, cintura escapular, brazos;
- simetría del cuello, mentón, áreas supraclaviculares;
- posición de los hombros;
- presencia de curvatura espinal.

El terapeuta realiza un examen palpando la parte posterior y los lados del cuello; por lo general, las personas con osteocondrosis sienten un dolor o una incomodidad que no deberían sentir. Si se sospecha el desarrollo de osteocondrosis cervical, el médico realiza pruebas para determinar el espacio intervertebral utilizando instrumentos especiales.
También un criterio importante durante un examen visual es la determinación de la movilidad normal del cuello; por regla general, el paciente no puede realizar fácilmente giros completos o inclinaciones de la cabeza. Este criterio permite determinar preliminarmente la ubicación del área afectada y el pellizco concomitante de la raíz de la médula espinal.
Radiografías y otros diagnósticos instrumentales.
Después de identificar la osteocondrosis, es importante comprender en qué etapa se encuentra la enfermedad y cuáles son las posibles consecuencias adicionales. Aquí recurren al diagnóstico instrumental, que consta de los siguientes métodos:
- La radiografía es la forma más sencilla e informativa de determinar el desarrollo de la patología. Se trata de radiación radiactiva de rayos X, a partir de la cual se toma una imagen que resalta el sistema musculoesquelético. A partir de la imagen se puede determinar el disco afectado, posibles pellizcos y otras características de la patología.
- La resonancia magnética y la tomografía computarizada son los métodos más modernos de diagnóstico instrumental, a partir de los cuales los médicos pueden determinar la naturaleza del pellizco existente y su etapa. Según los datos recibidos, el médico sugiere un mayor deterioro del estado del paciente.
- La ecografía Doppler le permite determinar el estado y el suministro de sangre al cerebro y el cuello. Esto permite explicar la presencia de mareos o dolores de cabeza.

Un estudio completo de los datos obtenidos permite no solo diagnosticar la enfermedad y determinar su estadio, sino también prevenir daños mayores a la columna. Según el diagnóstico, se toma el tratamiento adecuado.
Diagnóstico diferencial
El diagnóstico diferencial consiste en la exclusión habitual de posibles enfermedades que tengan signos y síntomas similares a los de la osteocondrosis cervical. Si una persona sufre dolores de cabeza durante la patología en cuestión, es necesario excluir posibles lesiones en la cabeza y otras causas que provocaron este síntoma.
También es importante aquí, cuando se detecta dolor en el cuello, excluir enfermedades de la propia columna, por ejemplo, la misma lesión, cambios distróficos de naturaleza congénita o adquirida, un proceso inflamatorio o cáncer. La osteocondrosis de la columna cervical a menudo se confunde con enfermedades cardíacas, úlceras de estómago, distonía vegetativo-vascular y otras enfermedades.
Como resultado, el médico puede prescribir adicionalmente al paciente las siguientes pruebas:
- análisis de sangre general para excluir el desarrollo de un proceso oncológico;
- análisis de orina general - para excluir un proceso inflamatorio;
- Ultrasonido de los órganos abdominales: para excluir gastritis, úlceras y otras patologías de órganos;
- fluorografía - para excluir la tuberculosis;
- otros métodos para examinar la salud del paciente.

Según los datos obtenidos, el médico prescribe el tratamiento adecuado, que consta de varias etapas: eliminación de la exacerbación, recuperación máxima posible con tratamiento de las consecuencias de la enfermedad y medidas preventivas para evitar una nueva exacerbación. No conviene retrasar la visita a un especialista, ya que el tratamiento y rehabilitación en condiciones avanzadas puede durar varios años.

























